Objetivos: Potenciar la
concentración y los reflejos del alumnado a través del juego.
Desarrollo:
Se coloca al
alumnado en círculo. La situación es la siguiente: el profesor tiene un alien
en las manos que lanzará contra algún compañero. El bicho tiene intención de
comerle el cerebro a la persona que lo tenga y se le agarrará con sus
tentáculos a la cara, pero como los tentáculos son tan grandes, también tratará
de agarrar a las dos personas que tenga a los lados el compañero que lo sujeta.
Por esta razón, para evitar que les entre por las orejas, el compañero de la
derecha, deberá taparse rápidamente el oído izquierdo y viceversa. Es decir,
cuando se lanza el alien hay tres personas que entran en acción: el que lo
recibe, que se lleva las manos a la cara, y las dos que están a su lado que
deberán taparse el oído correspondiente. Si alguno de ellos no actúa como debe,
será eliminado del juego. Para lanzar el alien, la persona que lo tenga en ese
momento sólo debe “arrancárselo de la cara” y decidir a quién se lo envía.
Hecha una ronda
de prueba, se puede añadir al juego la posibilidad de protegerse contra el
lanzamiento con un escudo (cruzando los brazos por delante del pecho), de forma
que el alien regresa a quien lo lanzó.
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